Por: Benjamin Dodman

Con la promesa de volverse ecológico este año y cambiar su imagen consumista, el Festival de Cine de Cannes incluyó una lista de películas sobre temas ambientales y hasta recortó su famosa alfombra roja, aunque quedó suficiente tela carmesí para recibir el lunes en la noche al famoso elenco de la película ‘The French Dispatch’ de Wes Anderson. 

Para los grandes aficionados del cine, Cannes es ante todo una prueba de resistencia: sentarse a ver -y a veces a dormitar- tres, cuatro, cinco películas diarias (y luego en ocasiones escribir sobre ellas). Es también una carrera frenética entre proyecciones, escaneos de credenciales y certificados de vacunación, detectores de metales y meticulosas inspecciones de bolsos. 

Este año es tanta la abundancia de oferta cinematográfica que los críticos estarán al borde de una sobredosis de la pantalla grande.

Después del fracaso del año pasado por el Covid-19, los organizadores del festival han dispuesto los 11 días de bonanza cinematográfica con suficiente material para sobrellevar la próxima pandemia. Hay 24 películas para la selección oficial y cinco veces más en las múltiples competencias y proyecciones paralelas, tal vez para compensar la escasez de fiestas. 

El aluvión de películas puede tomar a veces giros tonales y temáticos inusuales, como empezar un lunes a las 8 de la mañana con la inquietante ‘Babi Yar. Context’ de Sergei Loznitsa, dedicada a una de las mayores masacres del Holocausto, y cerrar el día en una silla de playa durante la proyección de ‘Fast & Furious 9’, en el ‘Cinéma de la Plage’de Cannes. 

En el medio, dos de las películas más esperadas este año le dieron un giro a la competencia por la Palma de Oro. El iconoclasta ruso Kirill Serebrenikov estrenó ‘Petrov’s Flu’, un surreal recorrido nocturno a través de un paisaje urbano post-soviético (aunque las autoridades en Moscú le volvieron a prohibir que asistiera al festival). Y Wes Anderson presentó su muy esperada oda a la prensa impresa con ‘The French Dispatch’, con Bill Murray, Tilda Swinton, Timothée Chalamet, Adrian Brody, Willem Dafoe y cualquier otro actor que se esperaría ver en una película de Wes Anderson. 

De izquierda a derecha: Tilda Swinton, Bill Murray y Benicio del Toro en la alfombra roja de ‘The French Dispatch’ de Wes Anderson. © Mehdi Chebil

Con su desfile de celebridades, la película fue de inmediato uno de los destacados del festival para todos los importantes fotógrafos de la alfombra roja, aunque la francesa Léa Seydoux -declarada la “reina” de Cannes este año con cuatro películas en el festival- no asistió tras haber dado positiva para Covid-19. 

“Necesitamos un planeta”

El lunes en la noche también se proyectaron dos películas de un nuevo segmento sobre cambio climático, parte de los esfuerzos de Cannes por situar la emergencia ambiental en el corazón de sus preocupaciones a raíz de la pandemia. Entre esas estuvo ‘Invisible Demons’ de Rahul Jain, un preocupante retrato de la catastrófica contaminación que está arruinando la nativa Nueva Delhi del director.

Hablando con France 24 antes del estreno de la película, Jain afirmó que ya era tiempo de que los grandes festivales de cine abordaran esos problemas de frente. 

“Para todas las historias, todas las guerras y todos los tratados de paz, todas las sagas románticas y de deporte necesitamos un planeta”, dijo. “Así que me alegra mucho que esto finalmente esté ocurriendo. Todo el mundo y toda persona en una posición de poder y de difusión cultural debería tenerlo en cuenta”. 

Rahul Jain, director indio y figura clave en la industria de Bollywood, se burla de las restricciones de Covid-19 caminando por la alfombra roja con un respirador inusual. © Mehdi Chebil.

Otras películas incluidas en la nueva sección incluyen ‘I Am So Sorry’ de China Zhao Liang, sobre los peligros de la energía nuclear, y ‘Above Water’ de la actriz francesa nacida en Senegal Aïssa Maïga, que aborda el impacto del calentamiento global en Níger. 

“El cine tiene un impacto sobre nuestra imaginación, sobre nuestros vínculos sociales e incluso a veces sobre la política”, le dijo Maïga a France 24 hace unos días durante el festival. “Y en cuanto al calentamiento global, creo que es una manera maravillosa de conectar con la audiencia a escala global, y es una manera maravillosa de darle una voz a quienes no la tienen”. 

Una alfombra roja ecológica

Junto con la nueva programación, los organizadores de Cannes anunciaron un plan de acción ambiental para reducir los desechos y disminuir la huella de carbono del evento. 

Volverse ecológicos implica realizar un delicado acto malabarismo para un festival que se cuida de no ser aguafiestas en sus celebraciones. Cannes sabe que el glamour es tan importante como las películas. El evento depende en gran parte de las celebridades que llegan en avión desde todas partes del mundo y de las celebraciones que tienden a generar montañas de basura. 

Hace unos años, un video viral publicado por un buzo local reveló una cantidad de desechos en el fondo marino, a tan solo unos cuantos metros de las playas de Cannes. Tal como lo resaltó un reportero tras una inspección detallada, la basura incluía los paquetes de prensa de ‘Grace of Monaco’, la película que inauguró el festival en 2014. 

Aunque es la cumbre del inmenso circo mundial de festivales y fiestas, el Festival de Cine de Cannes ha sido durante mucho tiempo un peligro ecológico. De hecho, se ha quedado atrás frente a otros eventos, como la Berlinale, que hace poco implementó el uso de alfombras rojas hechas de redes de pesca recicladas.

La alfombra roja de Cannes de este año será la mitad del tamaño que se vio por última vez en 2019. Alberto PIZZOLI AFP

Para compensar, este año Cannes redujo a la mitad el volumen de su famosa alfombra roja y la hizo a partir de materiales reciclados, en vez del usual PVC. También prohibió el uso de botellas plásticas, desplegó una flota de carros eléctricos e instituyó una contribución de 20 euros por parte de cada asistente para contrarrestar su huella de carbono. 

“Motivados por la esperanza”

Acciones similares deben tomarse en la industria del cine, declaró ante los reporteros la escritora y directora francesa Flore Vasseur, durante una conferencia de prensa en el Palacio de los Festivales el domingo, que reunió a documentalistas y activistas ambientales. 

“Esta industria no tiene un gran historial sobre este asunto”, dijo Vasseur. “Todos estamos en una curva de aprendizaje, estamos buscando soluciones”. 

Producido por Marion Cotillard, el documental de Vassseur ‘Bigger than Us’ sigue a la activista adolescente indonesia Melati Wijsen mientras viaja por el mundo para reunirse con otros jóvenes que lideran la lucha por la justicia climática y social. Vasseur declaró que los jóvenes activistas presionaron a su equipo para que tomaran acciones como eliminar el plástico durante el rodaje.

Recuerden que todos estamos en esto, y que (…) juntos podemos hacer un cambio

En conversación con France 24 la semana pasada, Wijsen instó a los jóvenes alrededor del mundo para que “no subestimen” su habilidad para movilizar y generar cambios significativos.

“Si quieren empezar a actuar, hagan su tarea, investiguen: sepan qué es lo local para ustedes, qué está pasando, qué no está pasando, y entiendan dónde pueden jugar un papel importante”, dijo. “Recuerden que todos estamos en esto, y que (…) juntos podemos hacer un cambio”. 

Los jóvenes activistas también son el corazón de ‘Animal’ de Cyril Dion, protagonizada por la británica Bella Lack, de 18 años, junto con la pionera de la protección animal Jane Goodall.

“Las personas piensan que todos los jóvenes están aterrorizados y motivados por el miedo (…). En realidad, a mí me motivan la esperanza y la imaginación”, declaró Lack durante la rueda de prensa el domingo. “Así es como la industria del cine y Cannes pueden actuar: como un vehículo para catalizar la imaginación de los adultos”. 

Fuente: Agencia France 24.

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