Por: Manuel Castells.

  1. Estableciendo normas y límites de uso claros y firmes que ayuden a nuestros hijos a hacer un uso adecuado de las pantallas. Estos deben referirse al tiempo de uso y al tipo de contenidos o aplicaciones a los que pueden acceder. Será conveniente la implementación de controles parentales a los dispositivos tecnológicos.
  2. Enseñándoles a usar internet y las TICs con responsabilidad, con respeto hacia uno mismo y los demás, de manera que sepan en todo momento las consecuencias que pueden tener si no hacen un uso adecuado. Internet debe ser un espacio de convivencia positiva donde se eviten situaciones conflictivas.
  3. Interesándonos y conociendo los contenidos que les llaman la atención, les gustan e interesan. Formándoles para que se conviertan en consumidores críticos y reflexivos.
  4. Informando y concienciando a nuestros hijos de los peligros que puede comportarles un uso incorrecto de Internet y las redes sociales. El ciberacoso, el sexting o el grooming son algunos ejemplos de peligros a los que los jóvenes cibernautas en ocasiones deben enfrentarse.
  5. Pactando espacios y momentos libres de conexión de pantallas en casa. Las comidas o las celebraciones familiares deben realizarse sin estar presentes las pantallas y se debe evitar su uso antes de ir a dormir.
  6. Convirtiéndonos en el mejor ejemplo de uso de las pantallas que puedan tener evitando que nos vean todo el día enganchados a nuestro portátil o teléfono móvil. El aprendizaje por imitación es la mejor manera de educar en un uso responsable. No olvidemos que para nuestros hijos somos los mejores “influencers”.
  7. Ofreciéndoles planes alternativos a las pantallas: organizando una excursión a la naturaleza, practicando deporte o cocinando juntos, yendo al cine o a admirar una obra de teatro.
  8. Estando muy atentos de las posibles señales que nos pueden alertar que nuestros hijos están haciendo un uso abusivo de las pantallas: disminución de la comunicación familiar, progresivo aislamiento social, cambios bruscos de humor, apatía, desmotivación, incremento o pérdida de peso, cansancio o bajo rendimiento académico.

Como dice Manuel Castells: “Internet es mucho más que una tecnología. Es un medio de comunicación, de interacción y de organización social”. Consigamos que la Red se convierta en una fuente de información y aprendizaje y no en un peligro.

Fuente: El País.

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